Estas sensaciones suelen producirse en la zona de la pantorrilla, pero pueden afectar a cualquier parte de la pierna, desde el muslo hasta el tobillo y los brazos. Es característico que las personas con SPI tienen una necesidad irresistible de mover la extremidad afectada cuando se producen esas sensaciones.
Sin embargo, algunos pacientes no tienen una sensación definida, excepto la necesidad de movimiento. Los problemas del sueño son comunes en las personas con RLS debido a que resulta difícil quedarse dormido o se despiertan cuando ocurren los brotes de movimiento.
Es importante tener en cuenta que aunque la representación tradicional del SPI es en las piernas, se trata como decimos de un trastorno neurológico, y por lo tanto, puede afectar otras extremidades. Es habitual por ejemplo, el SPI percibido en miembros amputados.
¿Cuál es la causa del SPI?
La causa del SPI es aún desconocida, pero hay estudios que inciden sobre determinados problemas en el transporte de hierro al cerebro y secundariamente, alteraciones en la síntesis de determinados neurotransmisores, como la dopamina. Parece claro que el síndrome de piernas inquietas tiene una potente base familiar y genética.
Algunos fármacos pueden favorecen la aparición del SPI, razón por la cual es importante que informe a su médico de todo lo que esté tomando. Asimismo, estimulantes como la cafeína, la teína o los derivados del cacao pueden incrementar el SPI. Se ha demostrado una mayor incidencia de SPI en personas que fuman por la noche siendo por lo tanto una recomendación esencial, el dejar de fumar.
¿Cuáles son los síntomas del SPI?
Las sensaciones desagradables aparecen cuando la persona con SPI está acostada o sentada durante un período largo de tiempo, causando:
La necesidad de mover las piernas para aliviar temporalmente los síntomas; para ello, el paciente:
Estira o dobla las piernas.
Se frota las piernas.
Se sacude o da vueltas en la cama.
Se levanta y camina.
Un claro empeoramiento del malestar cuando se está acostado, especialmente cuando se intenta dormir por la noche, o durante alguna otra forma de inactividad, incluso estando sentado.
Una tendencia a experimentar más molestias a última hora del día y por la noche.
martes, 9 de marzo de 2010
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